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Por qué tus correos no llegan a los clientes (y cómo configurar correctamente tu servidor de correo con SPF, DKIM y DMARC)

En el día a día de un despacho profesional o de cualquier empresa, el correo electrónico sigue siendo una herramienta esencial de comunicación con clientes y proveedores. Sin embargo, es frecuente que los emails no lleguen a su destino o acaben en la carpeta de spam. Este problema, más allá de ser molesto, puede generar pérdida de oportunidades, retrasos en la gestión y afectar directamente a la imagen del negocio.
La buena noticia es que en la mayoría de los casos se puede evitar. El origen suele estar en una configuración inadecuada del servidor de correo y, en concreto, en la falta de autenticación mediante protocolos como SPF, DKIM y DMARC.
¿Por qué tus correos no llegan?
Cuando envías un email, los servidores de destino analizan si ese mensaje es legítimo o si pudiera tratarse de un intento de phishing o spam. Si la configuración técnica de tu dominio no está correctamente definida, tus correos pueden ser bloqueados. Entre los motivos más comunes se encuentran:
- Servidores mal configurados.
- Uso de IPs o dominios que han sido catalogados como inseguros.
- Ausencia de registros de autenticación.
- Envíos masivos sin control.
- Uso de servidores intermedios de reenvío
SPF, DKIM y DMARC: los tres pilares de la autenticación del correo
SPF (Sender Policy Framework)
Permite definir qué servidores están autorizados a enviar correos en nombre de tu dominio. Así, el servidor receptor puede verificar si el email realmente procede de una fuente legítima.
DKIM (DomainKeys Identified Mail)
Añade una firma digital a los mensajes salientes que permite verificar que el contenido no ha sido manipulado en tránsito. Esto aporta integridad y confianza al correo.
DMARC (Domain-based Message Authentication, Reporting & Conformance)
Es el protocolo que combina SPF y DKIM, añadiendo un nivel extra de control. Permite indicar a los servidores receptores qué hacer si un correo no pasa las validaciones (rechazarlo, marcarlo como spam o permitirlo) y además genera informes para detectar intentos de suplantación.
Cómo configurarlos correctamente
- Accede al panel de gestión DNS de tu dominio.
Allí deberás añadir los registros TXT correspondientes a SPF, DKIM y DMARC.
- Define una política de SPF clara.
Incluye solo los servidores y servicios que realmente envían correo desde tu dominio (servidor propio, proveedor de hosting, herramientas de email marketing, etc.).
- Genera las claves de DKIM.
Se crean dos claves: una privada (que reside en tu servidor) y otra pública (que se añade al DNS). La combinación garantiza la autenticidad del correo.
- Configura una política DMARC adecuada.
Empieza en modo none para monitorizar, y después evoluciona a políticas más estrictas (quarantine o reject) cuando verifiques que todo funciona bien.
- Haz pruebas de entrega.
Utiliza herramientas online para comprobar que tu dominio pasa todas las validaciones y que los correos llegan correctamente.
Beneficios de una configuración correcta
- Mayor tasa de entrega de correos.
- Protección frente a intentos de phishing que suplanten tu dominio.
- Reputación sólida de tu dominio y confianza de clientes.
- Cumplimiento con normativas de seguridad y protección de datos.
Si tus correos no llegan a los clientes, probablemente el problema no esté en tu bandeja de salida, sino en la configuración de tu servidor. Implementar SPF, DKIM y DMARC es hoy imprescindible para garantizar que la comunicación con tus clientes sea fluida, segura y eficaz.
En Bouge, ayudamos a despachos profesionales y empresas a configurar sus servidores de correo de forma segura y eficiente, evitando incidencias que pueden poner en riesgo la productividad y la confianza de tus clientes.